...

domingo, 18 de noviembre de 2012

Ruptura con el Pasado Colonial


La razón por la que es importante estudiar la historia en cualquier área es algo que hemos tenido claro desde que estamos en el colegio: un pueblo que desconoce su historia está condenado a repetirla. En este texto no es una excepción que por años estuvimos y creo estamos repitiendo una y otra vez los mismos sucesos. Empezamos con un fundamento desigual de sociedad, unos mandaban, otros servían y otros no existían, se quisieron cambiar las cosas, no había otra forma de hacerlo más que por la violencia, se descuadro por momentos el estatus pero poco a poco volvió todo a la normalidad con pequeños cambios que daban una ilusión de “cambio”. Así tal cual pasa ahora. También hay aspectos centrales del texto que informan que la economía es uno de los pilares de la construcción de sociedad y además es transversal a todos los aspectos que nos rigen. En suma estudiar economía no es más que estudiar cómo es la sociedad, como funciona y por eso no se puede hacer desde un campo actual o de hace pocos años, tiene que ser desde el principio, hay que conocer, evaluar e intentar seguir con el improbable ‘yo cambiaré las cosas’.
El desarrollo económico de Colombia después de 1810 osciló entre dos modelos: el que luchaba por reconstruir los fundamentos coloniales de la economía nacional y el que aspiraba a una ruptura con múltiples trabas que se oponían al desarrollo moderno.
1850: se oponía al proteccionismo el libre cambio, a la intervención del Estado en el ordenamiento de la economía, la defensa de la empresa privada, a los esfuerzos de industrialización y protección de los productos nacionales la teoría de que la agricultura y la minería para exportación deberían ser los ejes del desarrollo nacional.
1820: mostraron los esfuerzos por reorientar la economía hacia uno u otro modelo. Los gobiernos posteriores a 1830 lograron sostener el patrón de desarrollo sobre parámetros de origen colonial.
Tomás Cipriano de Mosquera (1845-1849): se dieron los primeros pasos tendientes a reorientar la economía colombiana sobre fundamentos liberales.
LA POBLACIÓN
1810: estratificación por castas: negros, indios, libres de todos los colores y blancos.
Blancos y los mestizos: grupos dominantes de la sociedad colonial.
Desarrollo político de finales del siglo XVIII: los llevó a establecer sistemas de alianzas, allí donde era más importante su unión en torno a la ideología de “lo criollo” que una tajante diferenciación de origen socioeconómico.
La independencia reforzó estos sentimientos de cohesión y una de las primeras decisiones del Estado republicano fue la supresión de las castas, quedando únicamente libres y esclavos como categorías sociales básicas. Hubo un mayor interés por conocer, no tanto los aspectos raciales de la sociedad, sino aquellos que tenían que ver con su edad, estado civil y ocupación.
Las guerras, como fenómeno demográfico, no causaban solamente perjuicios físicos que dejaron un rastro de crímenes, vagancia, ruina y bandidaje.
 LA AGRICULTURA
A fines del siglo XVIII la agricultura colombiana había vivido un período de auge y expansión, gracias al crecimiento de la demanda de los centros urbanos y mineros y de los mercados intercoloniales por la vía del contrabando.
La expansión de otras economías coloniales generó competencias comerciales que hicieron entrar en contradicción los intereses de los empresarios agrícolas con las políticas del sistema colonial en su conjunto.
Pero el proceso de independencia fue violento y dio al traste con muchos de los anhelos de los empresarios vinculados tanto a la agricultura y a la ganadería como a otras actividades de la economía neogranadina. La independencia, al convertirse en una guerra civil, luego en una guerra nacional contra la reconquista y, finalmente, en una guerra de liberación, arruinó vidas y bienes de importantes empresarios y sectores de la economía colonial durante los años que siguieron a 1810.
1819: comenzaron a hacerse esfuerzos de reconstrucción y conservación de las estructuras económicas vigentes, aunque las secuelas de la guerra impidieron que en la década del veinte hubiera una total readecuación de la economía.
Fue sólo en la década del treinta cuando se reordenó la economía nacional y los viejos herederos del sistema de haciendas, propio del siglo XVIII, se lanzaron a una ofensiva de reconstrucción de los antiguos órdenes. Era muy difícil contener los avances dejados por veinte años de lucha, que habían logrado agrietar el orden colonial en el campo, crear nuevas relaciones de trabajo, buscar nuevas perspectivas de mercado y reorientar la economía agraria hacia aquellos productos que parecían ofrecer mejores perspectivas de desarrollo.
FUENTE: La Lenta Ruptura con el Pasado Colonial (1810-1850) Por: Hermes Tovar Pinzón

No hay comentarios:

Publicar un comentario